El Nombre Eterno De El Creador
Respuestas A Los Desafíos Más Comúnmente Usados Contra El Uso Del Nombre Sagrado
Quizás usted haya escuchado estas objeciones sobre el empleo del Nombre Yahwéh. Tal vez usted mismo las haya expresado. Ahora puede aprender la verdad sobre Su Nombre.
Si una persona le dijera su nombre, ¿Discutiría con esta persona sobre ello? ¿Le diría, “no, yo no creo eso, yo te llamaré por otro nombre en vez de tu nombre?”. Por supuesto que no, ¡eso seria absurdo! Usted no tiene ningún derecho de hacer tal cosa ni haría a esta persona muy feliz si lo hiciera.
Sin embargo, cuando se trata del Nombre personal de nuestro Padre Celestial, muchos creen tener la prerrogativa para decidir cómo llamarán a Aquel a quien le rinden adoración. Estas personas llegan hasta muy lejos para evadir tener que invocar el Nombre revelado del Padre Celestial Yahwéh. En su esfuerzo para justificar su uso de títulos comunes continuamente, en lugar de Yahwéh, el cual dice la escritura que es un Nombre por encima de todo nombre, en un esfuerzo para acallar sus conciencias, realizan las más increíbles gimnasias mentales.
Algunos argumentan, “él tiene más de un Nombre”. Muchos otros razonan, “él conoce a quién yo estoy invocando, no importa por cuál nombre yo lo llame”. Mientras que otros postularían, “Su ‘Nombre’ solamente significa su autoridad”. Cualquiera que esté buscando seriamente este asunto en las Escrituras, sin embargo, rápidamente descubre que Yahwéh mismo rechaza todos estos argumentos, así como otras suposiciones comunes acerca de Su Nombre.
Un simple análisis de las Escrituras demuestra que el tema del Nombre de Yahwéh le es de tremenda importancia a él. Así como el nombre suyo es de importancia para usted.
Él truena: “¡Yo soy Yahwéh! éste es Mi Nombre, y no daré a ningún otro mi gloria; no compartiré mí alabanza con ídolos tallados”, (Isaías 42:8). El hebreo original de este verso contiene el Tetragrámaton YHWH, o Yahwéh. Yahwéh es inflexible cuando se trata del uso de Su Nombre. Él es firme en que Su pueblo debe llamarlo por el único Nombre que nos asegura salvación. El libro de Hechos en el Nuevo Testamento nos dice, “Y en ningún otro hay salvación, pues no hay Nombre bajo el cielo dado a los hombres en el cual podamos ser salvos”, (Hechos 4:12).
Él hasta escribió el tercer mandamiento específicamente para dirigirnos en cuanto a no ser negligentes con Su Nombre: “No usarás el Nombre de Yahwéh tu Elohim (Poderoso) en vano ni en forma irreverente. Si lo haces no escaparás al castigo”. El significado en hebreo detrás de este mandamiento dice “(llevar) o traer a (aflicción o desconsuelo) y (ruina, arruinar o estropear)”, lo cual es exactamente lo que sucederá al que utiliza el Nombre de YHWH en vano.
Los siguientes argumentos son algunos de los más comúnmente utilizados para justificar el uso de títulos sustitutos como “dios” y “señor” en lugar del Verdadero Nombre Yahwéh. Examinaremos cada uno a la luz de la Escritura para ver si tienen validez.
“EL TIENE MUCHOS NOMBRES”
Ésta es una de las justificaciones más populares presentadas para evitar el uso del Nombre Yahwéh. Si tiene muchos nombres, entonces está implícito que ningún nombre específico sobresale como su único y especial Nombre personal. En otras palabras, él tiene muchos nombres pero ningún Nombre. El problema con este argumento es que falla en reconocer que los títulos genéricos no son nombres propios.
Supongamos, por ejemplo, “Señor Juan Pérez”. “Señor” no es el nombre de Juan Pérez no puede firmar un documento solamente con la palabra “Señor” y esperar que alguien lo acepte y apruebe como auténtico. Uno es un término génerico que se le aplica a cualquier hombre, el otro es Su Nombre propio Verdadero.
Igualmente sucede con varios títulos usados para describir a Yahwéh que algunos erróneamente creen que son nombres, como Eloah (“Uno Poderoso”), El Shaday (“El Todo Poderoso”), y Adon/Adonay (“Soberano, Rey”). Otros se confunden por las conexiones que se le atribuyen a Su Nombre, como Yahwéh Yireh, (“Yahwéh Provee”), Yahwéh-Tsidkenu (“Yahwéh Nuestra Justicia”), y Yahwéh Rafá (” Yahwéh es Sanador”).
A pesar de tener ciertos títulos y atributos, él, sin embargo, tiene Un Nombre -Yahwéh-. Por tal motivo él inspiró al profeta Isaías en 42:8 a escribir, “Yo soy Yahwéh, ese es mi Nombre y no daré a ningún otro mí gloria: ni compartiré mi alabanza con ídolos tallados”. Salmo 83:18 nos confirma que él tiene solamente un Nombre: “Hasta que aprendan que sólo tú, Yahwéh, eres el Elohím que está por encima de todo en el gobierno supremo de toda la tierra”. En ningún sitio en las paginas de la Escritura podemos encontrar una declaración que afirme que él tenga más de un nombre. Pero podemos encontrar muchos pasajes que atestiguan que tiene un solo Nombre Verdadero.
“ÉL SABE A QUIEN YO ME REFIERO NO IMPORTA CON QUÉ NOMBRE YO LO LLAME”
No podemos encontrar tal declaración expresa o implícita en ninguna página de la Escritura. En ninguna parte se nos da el derecho a cambiarle el Nombre a nuestro Padre Eterno; adjudicar un nombre es prerrogativa de un superior, como cuando un padre le pone nombre a un hijo y como cuando Adam le puso nombre a los animales bajo su dominio. ¿Desde cuándo tiene derecho un ser creado a nombrar a su creador por cualquier nombre que quiera? Tratar de usar este argumento para quien nos creó es el colmo de la insolencia y absolutamente ofensivo a Yahwéh. Fíjese en Su advertencia contra tal obstinación:
“Si no cambian sus caminos y dan gloria a mi Nombre, yo Yahwéh de los Ejércitos enviaré un castigo terrible sobre ustedes, y en vez de darles bendición como quisiera hacerlo, me volveré contra ustedes con maldición. Por cierto, ya los he maldecido porque ustedes no han tomado en serio las cosas que para mí son importantes”.
El Nombre de Yahwéh está ligado a la verdadera adoración y en Salmo 68:4 Él ordena a Su pueblo que lo alabe por Su Nombre. Juan 4:24 nos recuerda: “Yahwéh es Espíritu; y los que lo adoran deben adorarlo en espíritu y en verdad”. El ignorar deliberadamente la verdad acerca de Su Nombre a favor de lo que nos viene en gana hacer como adoradores suyos no es nada menos que arrogancia vanidosa digna de Su reprensión. No podemos cambiar el flujo de la autoridad. Yahwéh nuestro creador nos manda cómo adorarle, no al revés. Además de esto, el saber “A quien nos referimos” no es de importancia para él si seguimos rehusando honrarle y glorificarle como él nos manda, lo cual incluye utilizar Su Nombre Verdadero. Su Nombre lo representa a él y a Sus verdades, algo que ningún otro nombre hace.
“LA PRONUNCIACIÓN DE SU NOMBRE SE HA PERDIDO Y NO SABEMOS CÓMO SE PRONUNCIABA SU NOMBRE”
Aparte de ser falso, este argumento resulta en una mera excusa -y que por supuestas incertidumbres no deberíamos ni tratar de pronunciar Su Nombre. La verdad es que el Nombre nos ha sido dado a nosotros en hebreo es la forma del Tetragrámaton o “cuatro letras”, el cual es YHWH (Yod, He, Waw, He). Los escribas judíos no escatimaron esfuerzos para asegurar la precisión de este Nombre en hebreo mientras que los guardianes masoréticos del texto le añadieron los puntos vocales a las letras hebreas para preservar la pronunciación correcta.
No es cierto que la verdadera pronunciación del Nombre se hubiese perdido. Si eso hubiese sido así entonces la pronunciación del Antiguo Testamento entero se hubiese perdido también. Hubiese significado además que en el proceso de pasarse el lenguaje hebreo de generación en generación algún momento, ¡todos los Judíos se levantaron de mañana habiendo olvidado cómo hablar su propio idioma! Si bien podemos leer el Antiguo Testamento en voz alta en hebreo hoy, también podemos con la misma precisión leer el Nombre Yahwéh en el mismo idioma hebreo. Hoy en día los Judíos acostumbran leer en hebreo todos los sábados en las sinagogas. Ellos no tienen problema alguno pronunciándolo, [los que quieren, aunque la mayoría no quiere].
Esto es lo que expone al respecto la afamada enciclopedia Judaica: “La verdadera pronunciación del Nombre YHWH nunca se ha perdido. Algunos escribas griegos antiguos de la asamblea (iglesia) cristiana testifican que el Nombre se pronunciaba ‘Yahwéh’. Esto se confirma, al menos con las vocales de la primera sílaba del Nombre, con el Nombre acortado ‘Yah’ que se usa a veces en poemas (Ejemplo: Éxodo 15:2) y por los sufijos “-Yahu” “-Yah” que sirven de sílaba final en muchos nombres hebreos”, Vol. 7 pág 680.
La Enciclopedia Británica comenta: “Escritores cristianos antiguos, como Clemente de Alejandría en el segundo siglo, habían usado el Nombre Yahwéh, por tanto, esta pronunciación jamás se hubo perdido. Las transcripciones griegas también indicaron que YHWH debería pronunciarse Yahwéh”. Edición décimo quínta, Vol. X, p.786.
La Enciclopedia Católica dice: “El dicho de Elohim (Dios) ‘Yo Soy el que Soy’, está seguramente conectado con Su Nombre que se escribe en el texto consonántico hebreo como YHWH, cuya pronunciación original, como bien se atestigua ser, es Yahwéh”, 1967, Vol.5, p.743.
Pero al no haber vocales en el idioma hebreo, ¿de qué manera podemos saber cómo pronunciar correctamente las cuatro (4) letras YHWH?
Las vocales sí existen en el hebreo, así como en todos los idiomas, de no ser así sería imposible hablar hebreo, las vocales se pronuncian con la boca abierta mientras que las consonantes son pronunciadas cerrando los labios o contactando la lengua con los dientes o el paladar. El hebreo del Antiguo Testamento está compuesto de palabras escritas en letras consonantes con las vocales implícitas.
Como se ha dicho antes, los masoretas del séptimo siglo le insertaron los puntos vocales o marcas en y alrededor de las letras hebreas para preservar su pronunciación correcta. Al igual que con nuestra letra “Y”, existen algunas letras hebreas que sirven lo mismo como consonantes que como vocales.
Asombrosamente, todas las cuatro letras del Nombre Yahwéh son tales vocales-consonantes. Esta realidad puede ser fácilmente verificada en la mayoría de las cartillas gramaticales del idioma hebreo, incluyendo “El manual del aprendiz de hebreo bíblico” (Horowitz), p.7 bajo “Letras vocales”; también en “El Automaestro de Berlitz” p. 73 bajo “Puntos que desaparecen”; Hebreo Elemental y Gramática (Fagnani y Davidson) p.10, bajo “Los Quiescentes y Mappiq”, y también en “Cómo Creció el Lenguaje Hebreo” (Horowits, p. 28).
El sacerdote e historiador del primer siglo Flavio Josefo nos escribe acerca del Nombre Sagrado que estaba grabado en la mitra del sumo sacerdote (Éxodo 28:36-38): “Además harás una lámina de oro puro y grabarás en ella: Dedicado a Yahwéh”, a manera de sello. Esta lámina estará atada con una cinta azul a la parte delantera de la mitra. El Nombre consiste de cuatro vocales”, Guerra de los Judíos, Libro 5, Capítulo 5, p. 556.
“CUANDO LAS ESCRITURAS HABLAN DE SU NOMBRE, SIGNIFICA ÚNICAMENTE SU AUTORIDAD, Y NO SU NOMBRE PROPIO LITERALMENTE”
Es cierto que hacer o decir algo en nombre de una persona podría significar por la autoridad de esa persona. Pero eso es solamente una pequeña parte del significado del Nombre de Yahwéh en Su palabra. Por el verbo hebreo de existencia, hayah, el Nombre Yahwéh define el carácter, esencia, y naturaleza de Yahwéh. Su Nombre significa El Que Causa que Exista (“Que Causa Ser”).
El reclamar que Su Nombre solamente se refiera a su autoridad no armoniza con muchísimos pasajes importantes. Para mejor ilustrar este punto, hemos cambiado la palabra “nombre” por “autoridad” en los siguientes versículos. Observen si todavía tienen sentido adecuado:
“¿Quién asciende y desciende entre el cielo y la tierra?
¿Quién retiene el viento en sus puños y envuelve los océanos en su mano? ¿Quién creó el mundo? ¿Cuál es su [autoridad] y cuál es [la autoridad] de su hijo, si lo sabes?” (Proverbios 30:4).
“Hasta que aprendan que sólo tú, que tú [autoridad] es Yahwéh, el Elohim (Poderoso) sobre todo el gobierno de toda la tierra”. (Salmos 83:18).
“¡Canten alabanzas a su [autoridad]! Alcen su voz en cántico al que cabalga sobre las nubes. Yah es su [autoridad]. ¡Regocíjense en su presencia!”. (Salmos 68:4).
“Busquen a aquel que creó las siete estrellas y la constelación de Orión … Yahwéh es su [autoridad]”. (Amós 5:8).
“Ella dará a luz un hijo, y su [autoridad] será Yahoshua, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”. (Mat 1:21).
Una vez que hayamos despertado a la realidad de que Yahwéh tiene un Nombre personal, un Nombre que causa dar vida, que sana, un Nombre de alianza y único por el cual podemos obtener la salvación, podremos entonces ver que continuar llamándolo por un titulo genérico e inanimado para que nos brinde las mismas bendiciones que su Nombre nos brinda es un insulto para él y su carácter.
“YO HABLO ESPAÑOL, Y NO HEBREO, ASÍ QUE USO DIOS Y SEÑOR EN ESPAÑOL”
Un problema con esto es que esos no son nombres propios sino títulos comunes que también se les aplican a un sin número de seres que son adorados y además mucho menores que el Todopoderoso. Otro problema es que la palabra dios proviene del griego theós y del latín deus (“deidad” o cualquier dios falso) “Señor” es alguien noble pero subordinado a un Rey. “Señor” proviene de un vocablo latín que significa “alguien que guarda un territorio” y que recibe órdenes de un Rey.
“Señor” también está relacionado etimológicamente con “bel”, un ídolo pagano. En los últimos años de Babilonia el titulo bel, “Señor”, era sinónimo de Marduk, quien tal como Ishtar se asimilara a sí mismo en varios aspectos de otros “dioses”, Babilonia, por Joan Oates, p. 172. La Companion Bible comenta del versículo 1 de capitulo 46 de Isaías: “bel. abreviación de baal = “Señor”. Aquí se refiere a Zeus, o Júpiter de las mitologías griega y romana. El término “dios” tampoco está exento de paganismo. Shaúl/Pablo escribió que “… hay muchos que se llaman dioses… como hay muchos dioses y señores…”. (1 Corintios 8:5).
Una raíz de la palabra “dios” [god, en inglés] significa vertir como en un ídolo de metal fundido (diccionario inglés de Oxford). ¡Con razón a los ídolos se les conoce como dioses. ¿Cómo podemos justificar el uso de tales títulos paganos cuando vayamos a reverenciar al único, y verdadero Padre Celestial y a su hijo, Yahoshua el Mesías?
El idioma que hablamos no tiene nada que ver con el que adoramos, porque Su Nombre no cambia de idioma a idioma. Considere que no hay palabra aparte en español para el nombre francés “Napoleón” ni tampoco hay una alemana, o rusa para el nombre inglés “Churchill”. Los nombres específicos sobrepasan los idiomas. Son transliterados, no traducidos. “Juan Pérez” sigue siendo Juan Pérez lo mismo en Argentina que en la China Popular.
“YO HE RECIBIDO RESPUESTA A MIS ORACIONES USANDO “DIOS” Y “SEÑOR”, POR LO QUE SEGURAMENTE DEBE ESTAR BIEN USAR ESOS TÍTULOS”
Yahoshua dijo que ni siquiera una persona malvada le daría a su hijo una piedra cuando le pidiera pan (Mateo 7:9). Cada cual, cuando busca la Verdad de Yahwéh al principio lo hace con una cierta falta de entendimiento. Si Yahwéh dejara que nuestra ignorancia se atravesara en el camino del deseo de nuestro corazón para adorarle, entonces pronto quedaríamos sin ánimos y daríamos por terminada nuestra búsqueda.
A medida que se nos va revelando más verdad, sin embargo, entonces tenemos que rendir cuenta por hacer los cambios apropiados en nuestras vidas y hacia la verdadera adoración. “Pues aquellos tiempos de ignorancia Yahwéh los ha pasado por alto; pero ahora manda a todos los hombres en todas partes que se arrepientan”, (Hechos 17:30). Nuestro verdadero andar debe comenzar en algún lugar, y si llamarlo con títulos comunes es lo único que conocemos, entonces Yahwéh nos mostrará compasión y tolerancia. Pero a medida que nos da más conocimiento y verdad, él espera que caminemos en toda luz que recibimos.
Shaúl/Pablo escribió, “Porque en un tiempo ustedes eran tinieblas, pero ahora son luz en el Maestro; anden como hijos de la luz”, (Efesios 5:8). Yahoshua dijo, “No todo que me diga Maestro, Maestro, entrará en el reino de los cielos, sino aquel que haga la voluntad de mi Padre que está en los cielos”, (Mateo 7:21).
La verdad sobre Su Nombre le ha sido revelada a usted y es ahora su responsabilidad utilizar este conocimiento para comenzar a honrarlo y adorarlo llamándolo por Su Nombre personal revelado. Véase Salmos 34:3; 68:4; y 1 Reyes 8:35.
Él nos recuerda repetidamente que Su pueblo es conocido por Su Nombre, (2 Crónicas 7:14, Daniel 9:19, y Efesios 3:14-15). Su Nombre es central a la verdadera adoración. No podemos proclamar que lo conocemos si no conocemos ni Su verdadero Nombre ni lo llamamos por éste.
Shalom, Qué buena aclaratoria , a pesar de que se que su nombre es YHWH, no hayaba cómo pronunciarlo, qué bueno saber su nombre y llamarlo por el, Toda Raba!
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ResponderEliminarVer vídeo 0151 Be Shem YaHuWaH parte 4 Nathan en you tube. Shalom
ResponderEliminarQuiero saber como se pronuncia en españo
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